Aunque el título de esta entrada suene un poco agresivo y no propositivo, quisiera decir que una vez más me enfrento a la postura donde contagiada por aquel desgano y pérdida de energía, descubro cómo el 'conformismo' se logra colar en el corazón.
Hace algunos meses Indígnate Colombia, logró encender una llama en el corazón de cientos de colombianos, que unidos más allá de ideologías y religiones lograron concertar que estaban cansados de tanto 'tilín tilín y nada de paletas', pero para mi pesar y la de muchos otros, aquel mal de 'esperar a que los demás hagan' logró penetrar esas ganas de lograr que en Colombia se realizara un cambio real.
Dirijo estas palabras no sólo con la esperanza de reavivar esa llama de hace unos meses, sino como bien decía @Arkandria "es hora de escribir" http://arkandria.weebly.com/5/post/2011/10/indignados-lleg-la-hora-de-escribir.html , pero yo quiero ir un poco más allá de las palabras, quiero invitarlos a que no esperen que alguien les diga qué hacer para cambiar nuestro país y aunque los movimientos necesitan líderes que guíen un poco su rumbo, no quiere decir que una revolución de ideas, donde el despertar de conciencia crítica debe ser lo primero, sobreviva si los cientos y miles que se encuentran allí afuera, no toman el control de aquello que tanto les indigna.
No permitamos una vez más que esa indignación se quede sólo en palabras, el mundo entero está reaccionando, un cambio histórico está gestándose frente a nuestros ojos, sólo es nuestra decisión hacer parte o no, relegarnos a un lado del camino y hacer lo del cómodo: DEJAR QUE OTROS DECIDAN POR NOSOTROS Y NOSOTRAS.
La mentalidad donde se espera que otros den el primer paso no puede seguir siendo una excusa, yo caí en el error de creer mucho en los demás, esperando demasiado de algo que tenía pinta de ser muy grande, dejé entonces de creer lo suficiente en mi y permití que todo muriera.
Es hora de dejar tanta pereza, es hora de que usted que lee esto diga la verdad y reconozca que a los colombianos nos dieron desde pequeños el libreto de "Cómo ser un buen conformista", "no diga que le puede pasar, no haga que uno nunca sabe"...entre otras tantas palabras.
Sólo usted decide qué tipo de futuro quiere, aquel donde se sigue quejando de lo mal que va el país o aquel donde el futuro lo ha cambiado, donde usted logró ser parte vital de este nuevo destino, ser parte de la historia...
Las palabras no alcanzan, sólo puedo decir: ya me desahogué pero ahora...qué?? quién se une? quién se arriesga?
Puede que nos falte compromiso, pero eso no puede seguir siendo un excusa.
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