Un sin sentido

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A veces nos sucede a los seres humanos que nos entran conflictos internos que no son efectivamente reducidos a ser pasajeros, sin más son como parásitos que terminan minándote el alma y haciéndote cuestionar más de una vez el por qué caer en estado depresivos que te carcomen el corazón y te botan en un rincón oscuro donde todo cobra menor sentido aún.

Las soluciones suelen aparecer como pequeños puntos de luz opaca en la mente y te cuestionas si lo que se atraviesa como un pensamiento fugaz no termina siendo demasiado loco e insensato. Pues bien, he aquí en ese punto que suele ser a veces sin retorno, que muchos a los que nos gusta escribir llamaríamos "momento de lúcida cordura en donde una musa se cuela entre las venas". Para mí suele ser un desgarrador dolor que me roe los huesos desde muy adentro, no sé si me produce placer o rabia el que llegue a mí de imprevisto, pues en más de una ocasión se me han ocurrido divertidas formas de acabar con la pena que eso me hace pasar.

Hace poco leía de manos de Enrique Laso su experiencia, unos 20 valium con un poco de whiskey, pensé "vaya y creer que este tipo se salvó", me convenzo una vez más que uno no muere a la víspera, incluso si se trata de un intento de suicidio, intento que suele resultar exitoso para quien debe definitivamente partir por ese medio hacia el otro lado.

Sé también que hace mucho no escribo por este medio, pero suele ser más confortante desahogarme así que de una forma más extraña e incluso patética. Agradeceré siempre que mon ami zEb esté cada vez que lo necesito y más aún que sea de muchas formas una luz en mi en ocasiones oscuro camino, es digamos así un buen salva-vidas (y ni qué decir de esas conversaciones donde mutuamente en un futuro universo paralelo efectivamente somos zombies).

La frustración debido a recientes hechos me ha servido para muchas cosas, pero en especial para darme cuenta que debo es procurar desprenderme más de darle gusto a los demás, mejor dicho, hacer lo que quiero y no como si fuera capricho, sino como parte de ser un poco más feliz, aunque eso no radique realmente en mí, sino en qué no pretendo ser.

Miles de ocasiones me he preguntado en "la misión" que vine a cumplir aquí, y es un poco arriesgado creer que es por medio de un título y una prestigiosa carrera que lograré hacerlo, más bien, depende mucho más de decidirme a ser realmente un ser humano, porque siendo sincera, me siento casi que reducida a ser prisionera de este cuerpo, donde sin más repliegues arrastro a diario al parecer sin motivo aparente.

La situación está en hacer un cambio radical en mí, para cambiar las cosas como las deseo, y no para una familia con la persona que elija, ni para unos padres orgullosos y felices, no, porque siento que ese no es el camino, sencillamente, deseo romper con los esquemas que se imponen a diario, que un día los humanos nos despertemos a una nueva conciencia. ¿Por qué carajos es tan difícil amar a los demás? con eso bastaría, joder que eso sí que me deprime, ver que no hago nada por cambiar lo miserable que viven muchos en este planeta, y mucho más cómo permito que siga sucediendo.

Niños en las calles siendo abusados por sus padres o desconocidos, asesinatos, masacres, desapariciones, maltrato, miles de especies animales y vegetales desapareciendo, extinción, aire contaminado....y la lista sigue. Es absurdo ver cómo lo seguimos permitiendo, a lo mejor espero que la profecía del 2012 sea cierta y de mil maneras esto tan horripilante acabe de una buena vez, pero soy algo ilusa y creo que podemos cambiar, que podemos ser en realidad seres merecedores de la belleza que estamos aniquilando tan brutalmente.

¿Qué hacer? y ¿cómo hacerlo? son cuestionamientos que parecen imposibles de responder, pero por ahí dicen que una puerta no se cierra sin que otra sea abierta, pero si seguimos así, sin comprender o sin querer hacerlo, que nos lleve el que nos trajo, que a fin de cuentas, el mundo no se acaba, el mundo seguirá, sólo que sin parásitos como lo somos hasta ahora.

La frustración interna en mi corazón, intenta ser subsanada, incluso recurro a seguir creyendo en las personas, pero eso se está volviendo repetitivo y aburrido, no quiero perder la fe en mi misma, pues dejaría de creen en el resto de humanidad que queda en el planeta. Es el amor, ese enigma para muchos y muchas lo que me mantiene en pie, y no hablo de romance, porque eso si está lejos de mi alcance, hablo de algo realmente hermoso y sublime que es difícil de encontrar porque estamos cegados por el odio que a diario llena nuestros hogares y corazones, sólo con mirar la televisión o el internet podemos darnos cuenta, y sino está eso en casa o cerca de observar, miren en el actuar diario de cada uno, allí está la respuesta a tanta tristeza y soledad, somos como abejas no atraídas hacia el néctar de las flores sino hacia algo oscuro que nos encanta más allá de entregarnos como seres luminosos a nuestros hermanos en espíritu.

No quiero perder la fe, pero creo que está sucediendo, este medio puede ser leído por pocos e incluso por nadie y esto sólo morir en la infinita información del internet, pero con salir de mi corazón basta para no corroerme más el alma.

Así que a intentar no caer en la desesperanza de abandonar toda causa por cambiar esta oscura realidad.